viernes, 18 de mayo de 2007

Ama al prójimo como a ti mismo

Qué bonito es que se preocupen por una.

Esta mañana solo llevaba un periódico gratuito. Desde la separación aún no he sido capaz de leer de un libro más de tres páginas seguidas, madre mía, con lo que yo he sido. Será que estoy un poco dispersa; quizás, puede ser, es posible. El caso es que para cuando he cambiado de línea ya no me quedaba lectura (un día no voy a tener más remedio que escribir sobre los ingeniosos, elaborados y sorprendentes titulares del Què!...).
Con el volumen del emepetrés en nivel veinte, para así no ser interrumpida en mi disfrute del Triángulo por conversación o anuncio de siguiente estación alguno, me dedico concienzudamente a uno (otro más) de mis vicios más oscuros: arrancarme las cutículas con los dientes. Con mi cabeza y mi pie derecho moviéndose al ritmo de la batería, alternando mano izquierda y mano derecha, sin tregua. Aún en mi abstracción, llego a intuir de reojillo que la señora sentada en diagonal ante mí me mira fijamente; pero yo a lo mío.
Al final no puede más. ¿Te muerdes las uñas, verdad? Bueno, no, en realidad no, en realidad me muerdo los dedos... le respondo a la tercera, cuando por fin reparo en que se está dirigiendo a mí y me he quitado uno de los auriculares. A modo de prueba, extiendo ante ella mis manos con sus diez uñas pintadas de negro. ¿Lo ve? Las uñas no las toco, me da asco. Mi sobrina también se las mordía, uf, se las mordía muchísimo, hasta que su madre le compró unas uñas postizas, y consiguió dejarlo. Ya, bueno, pero es que en mi caso eso no funcionaría, le digo a la vez que me imagino a mí misma con uñas de porcelana y manicura francesa y un escalofrío me eriza los pelillos del cogote. ¿Y si pruebas esos líquidos amargos? Eso también va muy bien. Sí, me lo han dicho, pero es que no estoy segura de querer dejarlo, me gusta. Es que no eres consciente de que no paras ni un momento, ¿verdad? Te estaba viendo ahí, sentada, con una afición... Sí, je, bueno, la verdad es que es eso, una afición. Como un hobby, ¿sabe? Pues nena, prueba el líquido, que es una lástima, con lo mona que eres. Vale, sí, gracias. Lo probaré. Adéu, señora. Adios, nena, adios.

9 comentarios:

marca dijo...

Puedo pero no quiero. Pido tres hurras por esa filosofia de vida.

(igual te tengo que pedir un favorcin...)

nadadora dijo...

Si es que una ya no puede ni tener hobbies, porque, y lamento tener que ser yo la que te lo diga, comerse las cutículas no llega a la categoría "mis vicios más oscuros".

El Señor de la mente en blanco. dijo...

Guten tag! Bueno, aqui llega mi primera aparición chispas.
1- A ver si dejamos de goler, que esto roza la vergüenza. Te estás desviando de lo moral y las buenas costumbres.
2- Deja de morderte los pellejos, que luego vas con los dedos ensangrentados, y da mala impresión.
3- Baja el volumen de ese MP3, que pareces un tunero, con los altavoces por fuera.
4- Ya tenemos el ordenador de nuestros santos padres bajo control. Se acabaron las conversaciones de besugo sobre informática.
5- Deja de leer ésto y trabaja!

Mrs. Sarmiento dijo...

marca, ya ves, por mis huevos troyanos, ji. Y pide por ese teclado, mujer.

nada, joder, qué aguafiestas. ¿Ni siquiera provocándome dolorosas heridas e ingiriendo esmalte en el proceso? Jo.

brodel, joder, que casi me meo leyendo tu comentario, y a ver cómo vamos a pagar las facturas si me echan de aquí... Ay, que es que lo del tunero me ha matado, hostias. Y trabaja, trabaja... sí. ¿Y tú qué? ¿Ya en casa? Vaya mierda de productividad la tuya.

Mrs. Sarmiento dijo...

Ah, brodel again, lo del ordenador paterno creo que no te lo podré agradecer nunca lo suficiente. Todavía tengo un tic en el ojo izquierdo después de la última sesión telefónica...

Anónimo dijo...

jajajajajaja, me meo. a ver, por partes.

Lo del tunero es pa mondarse... y lo de tener el pc de vuestros papis bajo control es una lástima, yo que queria presenciar una de esas conversaciones con ellos algun día...

Por otro lado puedes probar a ponerte celo en las uñas, uñas de porcelana, liquido amargo, lo que sea... que seguirás mordiéndotelas, por experiencia. Ews una aficion que cortas de chic@ o arrastras ya toda la vida.

Un abrazo Vili!

P.D.: Su hermano afirma estar muy estresado... pero usted no le haga ni caso, que todos le tenemos calado, ja!

Anónimo dijo...

Tengo mucho contra las uñas de porcelana, pero contra la manicura francesa no, eh! a ver que va a pasar...

Yo no te diré nada, cada cual hace de sus dedos un...(no sé que insertar aqui), pero la señora es todo un retrato de metomentodo tipo las que llamaban al Hablar por hablar. Me he acordado de ese programa con este post, ya ves tú.

Anónimo dijo...

Esos bultos que tienes debajo de las uñas son muy feos. Pero mucho. Algún día te tiraré de una uña y se te caerá sola.

Un besín desde Dublín, mira que rima más... buena?

Xaral

Mrs. Sarmiento dijo...

trape, si es que es muy gracioso, el niño. Y no creo que intente ningún método; a ver qué hago si no me muerdo los pellejos, tendría que encontrar otra afición, qué palo.
Besito gordo.

sunny querida, yo te quiero hasta con manicura francesa, fíjate. Jeje.

xaral, ¿tan tan feos son? Je. Creo que exageras...
Y es que eres una poetisa de la mousse, coño.