Trocitos
- ...y a día de hoy todavía no sé cómo llegué a casa.
- Qué fuerte, ¿no? A mí hace años que no me pasa eso.
- Ay sí, tremendo.- Pues yo a veces estoy en la panadería, o en una cafetería, sin alcohol ni porros de por medio, y de repente oigo la voz de la dependienta o la camarera desde muy lejos, y es como si flotase. Parece que todo se ralentiza; es muy raro. Y todavía no he conseguido averiguar qué es lo que hace que me sienta así. ¿Sabes de qué sensación te estoy hablando?
- Hum... no. Joder, pero me da envidia, yo también quiero.
- Sí, mola.- Eso parece...
- Cuando descubra la causa, si quieres te enseño a hacerlo.
- Vale, sí, por favor.
4 comentarios:
A mí me pasa algo parecido que incluye cosquilleo en la nuca, la causa es la voz de algunas personas, fíjate.
¿Sí, en serio? Joder, con cosquilleo suena aún más apetecible. Envidia cochina.
Que util es el poder de la abstraccion. Los viajes se te hacen mucho mas cortos.
¡Pero bueno, ainis! Que nos hemos cruzado por el camino y ni nos hemos visto!
Publicar un comentario