miércoles, 10 de octubre de 2007

Espacio radioeléctrico

Queridísima señorita Francis,

he caido en las redes del amor. De nuevo, sí.
En esta ocasión el motivo de mis suspiros es un vecinito del edificio en el que trabajo, aish, que es más guapo... tiene unos ojos... y una nariz... y un culooo (entiéndase, obviamente, una escasez de ídem)... Claro, lo malo de enamorarse de un vecino, no ya del bloque de una mismamente sino de aquel en el que te ganas las alubias, es que a ver qué diantres ideas para sacarle conversación (perdone usted mi lenguaje), porque sencillamente te cruzas con él. Hola. Hola. Como mucho una sonrisa, eso es todo, que la cosa no da para más.
Pero yo soy una mujer de recursos, ya lo sabe usted por mis anteriores misivas, y no iba a tirar la toalla al primer inconveniente que apareciese, ni mucho menos. Así que hace un par de semanas, al chocar prácticamente con él nada más salir por la primera de las tres puertas que me separan del mundo exterior y tras soltar el saludo de rigor, retrocedí, que total de perdidos al río, y lo más ingenioso, simpático y natural que se me ocurrió preguntarle fue si sabía dónde estaba la oficina de Correos más cercana. Imaginará usted qué zozobra me invadió, mis mejillas se arrebolaron, yo creo que incluso se dio cuenta. Se imaginará también, dada su amplísima experiencia y la cantidad de veces que he desnudado ya mi alma ante usted, que yo conozco más que de sobras la ubicación exacta de la oficina de Correos más cercana a mi hormiguero, no en vano voy allí como mínimo cada quince días, pero claro, ese dato él lo desconoce. Bueno, al lío, que me respondió, mal, dicho sea de paso, y yo le seguí la corriente, le di las gracias, le mandé mensajes telepáticos varios, y nos despedimos.
Ayer volvimos a encontrarnos. Se disculpó porque luego, preguntando, se había enterado de que con sus indicaciones me había enviado donde Cristo perdió los clavos. Yo le quité hierro al asunto, no te preocupes, no importa, no importa... cuando tengas que ir me avisas y te indico... guau! guau! guau!, mientras meneaba mi colita con frenesí.
Así que una vez más me dirijo a usted en busca de sus sapientísimos consejos: ¿qué puedo hacer ahora? ¿Qué paso debo dar para ahondar en esta relación vecinal? Escucharé atentamente su programa, como siempre, con la esperanza de hallar respuesta a mis tribulaciones.
Reciba un cordial saludo y un fortísimo abrazo de su más ferviente seguidora,

Mrs. Sarmiento

15 comentarios:

Blasfuemia dijo...

amos amos.... lo que te está costando ir al grano: invítale a un café sin más dilación (que no pareces sar!!)

Anónimo dijo...

Mi muy estimada Mrs.Sarmiento:

Me hago cargo de la indecisión que embarga su atribulado corazón. Y es que cuando el amor llega asín, de esta manera, uno no tiene la culpa.

Sin embargo, querida amiga, sé de sobra que usted será capaz de manejar tan embarazosa y difícil situación con todos los recursos femeninos que están en su mano, que dicho sea de paso, no son pocos.

De hecho, ya va usted por buen camino, iniciando el cortejo con rubor y timidez, y más, si como me cuenta, su Apolo ha quedado advertido de ello. Le aseguro, anónima seguidora, que el hombre gusta de las mujeres vergonzosas y se siente halagado al descubrir que su varonil presencia causa turbamiento entre ellas. El primer paso, por tanto, ha sido dado con la maestría de una Doris Day.

Le aconsejo que pasado un tiempo prudencial (dos o tres horas, tampoco más, que hay mucha loba suelta), se acerque a su enamorado con la excusa de que tiene que mandar por Correos un paquete de leche en polvo y magdalenas caseras para su abuelita la del pueblo, y le pida que le acompañe hasta la Oficina que él tan bien conoce, haciéndole partícipe de que en su compañía se sentirá más segura y protegida. El adorado caballero caerá en la cuenta de que es usted una mujer como dios manda, buena hija y nieta, ama de casa, esposa prometedora y necesitada de protección masculina, y caerá rendido a sus pies. No me extrañaría que le lanzara un mordisco antes incluso de llegar a la estafeta, fíjese lo que le digo.

Pónga en práctica mis consejos y no se arrepentirá. Ya me contará el resultado. Si no le funciona, es que yo no soy Elena Francis.

Un fuerte abrazo,

Elena Francis

Mrs. Sarmiento dijo...

blasf, je, sí, claro, mira qué viva, qué fácil parece todo cuando se ve desde fuera, eh. En mi piel me gustaría verte a ti, pilla.

Mi admirada mentora, la infalible Señorita Francis,
No sabe usted cuán orgullosa me encuentro de que haya usted respondido con tanta premura a mi llamada de auxilio. Cuánta sabiduría destilan ess pocos párrafos, qué certero me parece todo cuanto me aconseja, cómo se nota que conoce usted perfectamente el funcionamiento de las almas, masculinas y femeninas.
Intentaré poner en práctica sus consejos, por supuesto, mas no me atrevo a prometerle nada pues es grande mi timidez y clásica mi educación, que mis mayores me enseñaron que debía ser el hombre quien diese el primer paso, y quizá yo ya me he excedido bastante en mi atrevimiento. Ay, no sé, suspiro y mi corazón se expande. Qué indecisión, qué poca bravura.
Pero le repito una vez más que me siento enormemente honrada por su interés hacia mi humilde persona; a la par que admirada por su profesionalidad (ciertamente el detalle de las magdalenas para mi pobre abuela, dios la tenga en su gloria, es un golpe maestro).
Sin más que añadir por el momento, le envía su abrazo más sincero,
Mrs. Sarmiento

Blasfuemia dijo...

Tanto pasteleo...

A mí me sigue pareciendo más fácil invitarle a un café (a la hora del desayuno os encontráis: "hola... me voy a desayunar ¿te vienes?") que lo de pedirle que te acompañe a Correos. Claro, que puede ser otra excusa... "uy, hola, mira qué casualidad que ahora mismito me iba a Correos ¿te vienes conmigo y así a la próxima incauta que te pregunte la orientas un poco mejor?"

Por cierto, ¿cómo es su nariz? (detalles, niña, detalles)

Anónimo dijo...

Qué bien se os da escribir al estilo jalisco,pues.
Yo propongo que descubras asínalazar por dónde y a qué horas sale(sale de salir,no de cruzar el umbral)el muchacho.
¿Nos irás informando o tocará reconcomerse las asaduras?

Anónimo dijo...

Y decis que os da tiempo a trabajar??? Invitale a un cafe y dejate de tanta vuelta que la vida son 2 dias... Estos son los posts que me recuerdan pq te sigo leyendo (aunque con mucho retraso, lo se, pero es que aqui internet es una m-i-e-r-d-a total, en realidad lo unico que es una mierda babe!).

Mrs. Sarmiento dijo...

blasf, vaya, que nos ha salido prosaica la niña, je. Bueno, yo lo intentaría, pero es que hay un pequeño inconveniente: solo nos encontramos a las 14'00 cuando yo salgo a fumar el piti de antes de comer y él entra para ir a comer (digo yo). Así que no es tan fácil, que si no de qué.
(Pues grande y recta, grande y recta. Perfecta. Como el culo, pequeño y con los pantalones caidos. Mmmmm. Toma detalles).

mallika, ¿y qué se supone, que le tengo que preguntar a bocajarro por dónde se mueve al caer la noche? Ains, que no es tan fácil, jopé.

thenewone! thenewone! albricias! Hala, otra que lo ve todo facilíssimo, coser y cantar, vamos.
(Te debo un email, soy consciente, no te creas. Y te lo escribo ya mismito, además, que estoy deseando que me narres las maravillas isleñas, que ahora me has dejado con los dientes largos).
Beso, grande.

Anónimo dijo...

No-no¿preguntar?Déjate,déjate... nada de preguntar.Descubrir al azar,decía, uséase:perseguirle sigilosamente, buscar en su basura,hacerte amiga de su abuelita...eso sí:todo esto con gafas de sol.No vaya a ser.

Blasfuemia dijo...

Siguiendo con mi prosaicismos: Invitale a fumar entonces, o le pides fuego (ya sabes, eso tan vulgar...)

Mrs. Sarmiento dijo...

mallika, je, ok, si es hacer de detective lo que me propones, ok. Lo de rebuscar en la basura me parece una idea cojonuda, la verdad sea dicha. (Lo de las gafas de sol no tanto, con lo grandes y ochenteras que son las mías no sé yo si iba a pasar precisamente desapercibida...).

blasf, je, vale. Lo del fuego también me parece bien, intentaré esperar medio minuto antes de encenderme el cigarro, por si le veo. Jiji.

Anónimo dijo...

(Con permiso)thenewone: qué alegría de leerte, muchacha. No me puedo creer que haya un sitio civilizado en el que internet sea peor que en España. Tendremos que probar entonces con la comunicación telepática.

Anónimo dijo...

Sar: Voy a comprobar ahora si has cumplido tu palabra.

Ohne: Uy si, creetelo, que lo sufro a menudo. Y que tal si pruebas el mail? ;P

Mrs. Sarmiento dijo...

ohne, chica, ¿qué tienes, Telefónica? Porque yo no tengo queja ninguna con mi cable...

thenewone, ehhhhh, ups! Hoy, hoy.

Anónimo dijo...

Poco española eres, coño. Mira que no quejarte... ¡separatista!

Mrs. Sarmiento dijo...

Jajajajajajaja... aaaaayyyyy, si te oyese alguno por ahí, se echaba las manos a la cabeza. Je. Separatista, dice.