The Rakes - Ten new messages - Track #8

B.S.O.

Para mí, siendo como soy vilipendiosa por vocación, criticar a alguien cuando resulta demasiado fácil pierde toda la gracia. Así, por ejemplo, cuando Joaquín Reyes (suspiro) hizo de Bono, de Gorvachov o de Nana Mouskouri le habría jurado amor eterno, en cambio Paris me pareció un poco vulgar. Un poco, eh, solo un poco. Y no porque yo tenga predilección por esta mujer, ojo, que también la siento, qué sé yo, por Tim Burton, y sin embargo casi me desmiembro de la risa cuando vi su Testimonio.
Con todo esto, amén de linkar como el que no quiere la cosa mis Testimonios-Celebrities favoritos, lo que pretendo es hablar sobre lo cansino que me resulta oír bromas facilonas sobre según qué personajes. Aquí llega una nueva entrega de Por mis huevos troyanos; defendiendo al indefendible, ayudando al más débil... repetid conmigo, coño: ¡Sarmiento for president!

(Pausa hasta que finalice la ovación).

Es guapo, pero juro que, por una vez y sin que sirva de precedente, esto no tiene nada que ver. Lo que sí tiene que ver, en cambio, son las curiosidades que conozco sobre su vida personal. Sé, por ejemplo, que con once años tuvo que hacerse cargo de su familia, que detalles como este te hacen cogerle cariño a alguien, no me digáis que no. También sé que a punto estuvo de ser cura franciscano, de hecho estuvo más de un año en un convento tras una lesión que le apartó definitivamente de la lucha libre, su primera vocación, chispas. Esto es, como poco, original. Y que era disléxico. Era, sí. Le curaron, o eso cree él. Pobre. Y cómo no lo va a creer, si también le curaron la homosexualidad...

A veces puede parecer que vaya de algo malo hasta las cejas y ni siquiera se droga, que igual debería, y a la que te despistas se te pone a dar saltos en el sofá de Oprah en un vano intento de convencernos a todos de lo enamoradísimo que está de su mujer o sermonea a un reportero que le gasta una broma pesada en una alfombra roja... durante muchíssssimos más minutos de lo necesario. Ains, qué criatura. Era tan embarazoso verle ahí, en los programas de zapping, tratando de convencer al chico de que lo que había hecho estaba mal, que no tenía por qué actuar de semejante manera, y haciéndole casi prometer que no lo volvería a hacer más... En unos años, cuando el físico definitivamente deje de acompañarle, puede llegar a ser realmente ridículo. Más, mucho más.

Pero el patetismo me enternece, es algo inherente a mi persona, como recoger animalillos abandonados o enamorarme de quien no debo. Así que, por todo esto y por mucho más, por su exmujer, porque según mi opinión hace muy bien su trabajo, por Legend, por Magnolia, por tener esa boca y esos dientes, porque me da la puta gana... hoy rompo mi lanza a favor de este hombre, el único que consiguió que no cambiase en mi mente su rostro por otro mientras tuve paciencia suficiente para leer Las Crónicas Vampíricas.

Mesdames et Messieurs, voici le seul et unique Lestat de Lioncourt.