A vs J
Dos perros tengo, dos. Uno marrón rojizo y otro marrón café. Uno pequeño y otro grande (en realidad uno es diminuto y el otro pequeño, pero comparar es lo que tiene). Uno listo y otro tonto.
En casa solemos poner a prueba la falta de inteligencia de Jeffrey; junto a la tele por cable, el thc, la cerveza y el singstar es uno de nuestros entretenimientos favoritos. En una ocasión estuvo yendo a buscar durante más de media hora una pelota que nunca le llegué a lanzar, una y otra vez, una y otra vez. Es tan fácil engañarle como, sencillamente, utilizar el tono de voz adecuado expresando emoción, miedo o curiosidad. Y le aterran las bolsas de plástico.
Acho está acostumbrado a recibir golpes de Jeffrey. Jeff siempre se come todos los huesos de juguete, marca primero los pipís más interesantes, destroza antes los peluches nuevos de Ikea, consigue a fuerza de empujones el mejor sitio en el sofá, bajo la manta, junto a mis costillas. Pero Acho sabe cómo vengarse. Trepa al reposacabezas del tresillo, junto a la bolsa con las últimas compras de h&m, la cabecita apoyada tranquilamente en sus patas delanteras estiradas. A esperar plácidamente. Y cuando alguien se sienta y la bolsa se mueve, o, sálvese quien pueda, se cae, Acho emplea su mirada más ladina para observar a Jeff chillar como una locaza y saltar despavorido, y sus dientecillos inferiores asoman un poco más de lo habitual. Él podría explicarle que no pasa nada, que solo es una bolsa y que resulta totalmente inofensiva a no ser que alguien se la coloque en la cabeza y ejerza presión para que no entre oxígeno. Pero no lo hace, claro, se limita a sonreir desde lo alto; suspira, y en sus ojillos saltones se adivina un pero mira que eres idiota, chucho.


12 comentarios:
y baja del reposacabezas y ocupa el lugar del psicópata bolsátil, hasta que o vuelve el otro o se va donde le sale de los cojones.
Ay! mis niños, en breve te los robo! promise myself!!!
Si es que han sacado lo mejor de nosotros, recuerdo esas miradas tuyas hacia mi pensando justamente eso: pero mira que eres idiota, (aquí cielo? en lugar de chucho, no?)jajajajaj.
De tal palo tal astilla.
jjejeje, diversión gratuíta, no te quejarás. La de historias que darán para contar ese par de guaus..
Falsos mitos sobre los perros.
A mi antes no me gustaban, pero ahora si, y bastante. Hasta llevo la foto de una perra en el móvil, y eso que sólo la conozco por foto.
Lala, se llama. ¿te suena?
Es curioso, pero en el caso de los animales, siempre me pongo a favor del tonto, cuando con las personas me pasa lo contrario.
mi anónimo exhusband, ains, sí, si es que son ricos. Nos salieron divinos, y los hemos criao estupendamente. Los colegios privados, que se notan, je. Aún así te prometo que no pienso llorar si te los lleves de vez en cuando, buf. A ver qué tal con el gato y el otro chucho... Y coño, cómo vas a olvidar ya esas miradas que te lanzaba, ¡si te las sigo lanzando! Jojojojo...
blasf, juas, libros, tomos y tomos de libros podría escribir. Je. Son mis niños.
marca, sí me suena, sí. Pero seguro que no es la única perra que tiene el honor de estar en la carpeta de imágenes de tu móvil, jojojojojo... (¿Falsos mitos? Una explicación quiero).
ohne, sí, yo también tengo esa tendencia. En este caso en particular, y como Jeffrey no sabe leer, voy a confesar: Acho es mi ojito derecho. Porque fue el primero, y porque es tan absolutamente adorable que no se puede evitar. Jeff es que es un poco plasta, pobre. Que no es que no le quiera eh, por dios, más que a mi vida, más que a mi corazón, y si no fuese pecado le querría más que a dios, jajajjajajaja... pero lo que es, es.
jA!. Creo que no hace falta que te explique QUIÉN está sentado sobre mis piernas (tras echar a Acho) y apoyando la cabeza sobre mi brazo mientras hago el intento de comentar el post a través de él. Pero él no se inmuta, piensa que su cuerpo es completamente capaz de adaptarse a la anatomía humana. Es posible que tenga complejo de cojín, y más morro que todos los perros del mundo juntos, pero Achito es astuto...y no ocupa tanto espacio en el sofá.
And for the record, soy una tita orgullosa.
Ojojojojojojoj, mira que eres mala. Pues hasta hace poco no tenía esta perra y tenía esa que ya sabes. Pero me cambié de móvil y cambié a mejor. Yo espero no estar en móviles ajenos, que los bigotes pintados me quedan mal.
sar: no puedo más que imaginarte cierto remordimiento cuando miras a Jeffrey desde que has escrito lo que has escrito :P
Pues cuanto más listos mejor...pero cuanto más grandes también,asín que si hay que pronunciarse elijo Jeffrey ("ande o no ande"...pues eso).Sé que no te compensa de la preferencia sarmentil,pero los extraños te queremos,Jeffrey.
Y enhorabuena de mis partes por lo del post anterior.Como el sol cuando amanece,como el maaaaar.
enciamet, no, ciertamente, no es necesario. Llevo sufriéndolo años en mis propias carnes (no le dejes, tía, yo no sé cómo coño puedes escribir con él encima. Ains. Es la incomodidad hecha can).
marca, si ya lo sabes, ya lo sabes. Me provocáis. (¿Y la explicación? ¿Ya te estás escaqueando? Hum).
blasf, jijiji, remordimientos yo, a estas alturas... (Pero si le adoro, o qué te crees; si no de qué iba a dejar que me patease los higadillos un día sí y el otro también. Aish).
mallika, ay, sí, mi sueño sería tener un chucho enorrrme algún día, de esos con cabezón achuchable. Pero la verdad es que me da igual (y no sé si Jeff entra en la categoría de grande, eh, es que el otro es muy pequeño, eso es lo que pasa).
Y gracias, je.
Que me escaqueo, dice. Je. Yo es que tenía muy mal concepto acerca de los perros antaño. Tampoco te voy a explicar los mitos (falsos), que no quiero caerte mal. :P
Ves como te escaqueas... je. A mí me cae mal la gente por otras cosas, a lo mejor más vanales, pero otras. No porque no les gusten los perros. Bueno, quizá en alguna ocasión sí. Es que me doy un miedo afirmando cosas categóricamente, que luego ya sabes que me toca retractarme sin parar.
Publicar un comentario