jueves, 22 de marzo de 2007

Efímero. Sssssssssshhhhhhhh...

Ayer nevó. Íbamos las dos con los perros por el paseo cuando cayó un copo, enorme y perfecto como un hueso de níspero blanco. Plof, silencioso, delante nuestro. Luego dos, tres, cuatro; cientos. Para cuando llegamos arriba teníamos los rizos llenos de bolitas blancas y estábamos medio histéricas, riendo sin parar, y recordé la vez en que, buscando en la enciclopedia información para un trabajo del cole, vi por primera vez fotografías ampliadas de copos de nieve, composiciones caleidoscópicas únicas, caducos puzzles de cristal. Como tú. Cuando llegué a casa nadie se había dado cuenta, fueron diez minutos de magia blanca que se desvanecieron en un pequeño chaparrón que se lo llevó todo como si nada. Como tú, creo.



Cómo nos fascina ver nevar aquí en el mediterráneo. Se abre la boca (oOoohhhhh...) y los ojos se sonríen. Como al mirar una hoguera, una llama con su corazón azul (¿cómo puede el fuego tener alma de iceberg?) y el cuerpo que se ondula al ritmo del aire. Como tú, diría yo.

5 comentarios:

marca dijo...

Adoro la nieve. Y por más que aquí sea un fenómeno relativamente frecuente, me sigue fascinando. Y también se me llenaron los no-rizos de bolitas blancas. Ay.

Anónimo dijo...

Qué bonito nena...
Yo hace mas de 10 años que no veo la nieve en directo, pero bueno...algún día volveran a caerme esos copos blancos en la cabeza y volveré a flipar. Ay digo yo también.

Mrs. Sarmiento dijo...

marca, impresionantes documentos. Envidia cochina.

sunny, (¿sí? ains). Es lo que tienen los trópicos; te quejarás, vaya.

Anónimo dijo...

espero que este te llegue! Magnífico!Me encantó,sabes que me gusta mucho cómo escribes!

Mrs. Sarmiento dijo...

sr. cinéfilo? ¿es usted? Oh my god, creo que sí. Qué alegría, y qué alboroto también. Muuuchas gracias, de verdad, from the bottom of my heart.