miércoles, 26 de diciembre de 2007

Cuando pase hoy, voy a tener reservas calóricas para un mes

A mí la navidad no es que no me guste, es que me da pereza. Madre mía, qué pereza me da. Trabajo más por el mismo precio, hay que ir a comprar cosas al centro junto con millones de personas, tenemos que recorrer los sesentaypico kilómetros que hay hasta casa de mis padres y quedarnos a dormir.
Pero tienen su lado bueno. Están los regalos que haces y te hacen, eso mola bastante. Luego está la posibilidad de cenar y comer tres días seguidos con mis dos primas, que tengo dos primas como dos soles y no las veo casi nunca, y con sus padres, que mi tío es de esas personas totalmente adorables porque te hacen sonreir, no reir sino sonreir de medio lado, sin querer, sin hacer ni el más mínimo esfuerzo. Y, por supuesto, está la comida; el caldo de mi madre, los canelones de mi tía, los aperitivos.
Claro que desde que murió mi abuela materna las navidades nunca más han vuelto a ser lo mismo. Pero entonces, la noche del 24 hace su aparición la otra parte de la familia, la de mi prima la piyuli. Y viene mi tía Angustias, a quien solo veo de año en año y que habla con ese acento tan raro que ha adoptado desde que se fue a vivir con su hija a la parte cara de la ciudad, una mezcla de andaluz con pijerío, con unas eses exageradamente marcadas y unos participios inventados según suenen mejor en un momento u otro, que a mí me resulta enternecedor. Porque yo no puedo evitar visualizarla sentada ante la tele con mi abuela los sábados por la tarde, viendo los toros o la novela, o dándome tirones en el pelo para hacerme una trenza de raíz ('cago en to' lo que se menea, nena, coño, estate quietecica ahí), o tomándome las medidas para coserme un vestido con lazo y nido de abeja. La nena, ésa soy yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los charnegos son el producto más entrañable de los movimientos migratorios. He dicho.

Desesperada dijo...

mi abuela materna murió un 15 de diciembre. tampoco para mí la navidad ha vuelto a ser igual. ella era la persona más especial para mí de mi familia.