viernes, 19 de octubre de 2007

Se supone

Hay una conversación/cliché que he mantenido cientos de veces con mis amigas. En el pasado, en el presente, y segura estoy de que en el futuro las cosas no cambiarán.
Los tíos son raros. Son raros porque son simples, y eso es raro. Una espera ciertas reacciones y se da de morros contra la pared.
Mi pobre amiga no da crédito. Ni ella, ni yo, ni cualquier tía a la que se lo expliques, claro. Porque se supone que si alguien te dice media hora después de despedirse de ti que te echa de menos, es que te echa de menos. Se supone que si alguien te dice que ojalá estuvieses ahí es que quisiera que estuvieses ahí. Se supone que si alguien te dice que está deseando tener internerd para poder hablar contigo más a menudo y que está seguro de que vuestros caminos convergerán de nuevo en algún momento indeterminado aún, es porque quiere hablar contigo más a menudo y desea con todas sus fuerzas volverte a ver alguna vez. Y bueno, ya puestos, se supone que si a alguien le gustas y le caes súper bien porque, entre otras cosas, eres totalmente diferente a su novia, que es que hay que joderse pero hasta la saciedad, vamos, su respuesta a un mensaje tuyo elaboradísimo, pensadísimo y, qué coño, para qué negarlo, ingeniosísimo, no será moltes gràcies Sar!!! Pero mira, es.
Y la conclusión es que no se lo plantean, ni por un segundo siquiera. Y cuando luego, por hacer la prueba, o simplemente porque tu capacidad para el misterio tiene un límite, se te ocurre comentárselo, su respuesta es una cara de póquer que pide a gritos que se la partas. Ains.
Claro que, y esta ha sido la otra conclusión a la que hemos llegado siempre que nos sumergimos en estas elucubraciones, no puedo ni imaginarme cómo debe de ser la unión de dos mentes femeninas en una misma relación de carácter sentimental. Iluminadme si podéis las que podéis.

Nota: para aquellas que en su momento solicitasteis información, sabed que, para seguir con el estudio sociológico que no trae sino certezas como la que acabo de exponer más arriba, tras una semana sin encuentros fortuitos con el vecino guapo (¡guapo!), ayer recibí un guiño de ojo azul que me quitó el aliento. Ya ves tú.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja. Pues a ver, lo sensato sería decirte que ese tipo de reacciones no esperadas se pueden dar tanto en hombres como en mujeres, con lo cual, la relación entre dos mujeres suele tener los mismos problemas, malentendidos e incomprensiones mutuas que la relación entre un hombre y una mujer.
Pero esto quedaría muy aburrido y además estoy segura de que no es lo que vosotras querríais oir. Lo que esperáis es que os digamos que sí, que los hombres son tontos y que vosotras, pobres víctimas de vuestra propia perfección, estáis condenadas a sufrir su simplismo y su falta de inteligencia emocional, y que esto con otra mujer no os pasaría.
Pues pasa, hija, pasa. Los desencuentros entre dos mujeres son igual de absurdos y desconcertantes. La diferencia, en todo caso, está en que las reconciliaciones son muuuuucho más pastelosas. Y si ambas están ovulando ya ni te cuento. :-P

Anónimo dijo...

Ajammmm, eso es, asi pispo.

Blasfuemia dijo...

Aunque pienso como ohne que las reacciones inesperadas se pueden dar en ambos sexos (incluso en algún sexo más si me apuras, jajajaja), la verdad es supongo que hombres y mujeres solemos ver las cosas desde puntos de vista diferentes. Hay un libro sobre el cerebro masculino y el cerebro femenino bastante interesante, que habla de cómo procesamos las cosas de diferentes maneras y pensamos y nos comportamos de forma diferente.

Cuanto de esta diferencia procede de "serie" y cuánto de educación supongo que es difícil de precisar. Que aún nos sorprendamos de "la gran diferencia" (así se llama el libro) sigue siendo un misterio o un optimismo recalcitrante (siempre esperamos que...)

Anónimo dijo...

Yo no creo en esas supuestas diferencias (no es que no crea:es que no las hay,verdad que me ha sido revelada por mi suprema inteligencia) Esos libros pseudocientíficos presonalmente me dan risa,y con risa quiero decir que echo bilis por todos los pouros de mi sedosa piel.No sé si algún día se podrá(no,no se podrá),pero por ahora los neurólogos no saben ver un cerebro y deducir de él una personalidad (dejando fuera patologías y cosas asín).Y lo de las hormonas,pues se ve que a algunas les afecta...o dicen que les afecta porque es una buena excusa para gente que está permanentemente de mala leche o susceptible,pero a muchas otras no,tantas como para no ser la excepción que tiene la regla,nunca mejor dicho.Aparte de que también a veces los tíos están de mala leche sin razón aparente(mi no razón para estar cabreada es tener sueño o hambre)
Antes también estaban "científicamente demostradas" algunas cosas que hoy hasta al foro de la familia le harían de reí.
Todo en esta vida es educación y circunstancias (y eso sin exagerar.Ji),y cuanto más se crea en esas paparruchas(no sólo de hombre/mujer,¿eim?)más limitas tus posibilidades de ser de la forma que quieras.
Jurjur!Qué coñazo...mi proselitismo no conoce límites.
¡Y bien por ese guiño azulado!

Mrs. Sarmiento dijo...

Buf, lo siento pero aún me duran las resacas del fin de semana, asín, en plural, así que daré una respuesta generalizada si no os importa.
Yo no sé si es la educación, los genes o las hormonas, pero lo que sí sé es lo que veo, lo que padezco, vamos, juas.
Y no, ohne, je, precisamente lo que yo creo es que entre dos mujeres... ¡debe de ser aún más difícil!