miércoles, 5 de diciembre de 2007

Fair play

Ayer cogí un taquito de post-its, les recorté la parte adhesiva, escribí los nombres de todas las hormigas (trabajadoras y reinas) que aquí habitamos y los fui doblando cuidadosamente. Cuatro pliegues cada uno, intentando que la parte escrita quedase en el interior de los mismos para evitar miradas tramposas, que aquí todo el mundo quiere regalar de hormiga a hormiga, y las reinas que se apañen entre ellas. Y no, claro.
Cuando los tuve todos listos, cuadraditos, con los dobleces idénticos, sin una esquinita que destacase más que otra, los introduje en una bolsa de terciopelo rojo.
Todos menos uno. El que contenía el nombre del niño de prácticas pasó directamente a mi bolsillo. Quien parte y reparte...

5 comentarios:

Blasfuemia dijo...

Conociéndote (bueno, es un decir), no me sorprende que te lleves la mejor parte, sea con triquiñuelas o sin ellas.

Lo que me sorprende, es el laborioso proceso de los papelitos, recortando la parte adhesiva .... No sé porqué, pero eso me ha dejado descolocada, jajaja

Anónimo dijo...

Jajajajaja, anda que no hago yo trampas todos los años con el amigo invisible. Y mira que son flojos los demás que aún sabiendo lo fullera que soy me dejan seguir organizándolo por no mover el culo.
Yo uso cartón rosa de acuse de recibo y los imprimo a ordenador
:-D

Anónimo dijo...

Qué suerte tienes,yo no puedo hacer esas cosas porque me da un subidón de adrenalina,me pongo como un tomate y al final termino confesando.Me transparento.
Ahora toca lo difícil:pensar en un regalo que impresione tanto al mozo como para caer rendido a tus pieses.
¿De terciopelo rojo?

marca dijo...

¿trucando el destino, eh? jum...
A mi siempre me toca lo peor en los amigos invisibles. Bufandas feas, libros de Bucay, olvidos a la hora de repartir (-¿y mi regalo? -uy, me tocaba a mi, me lo he dejado en casa.).
En fin.

Kinky dijo...

¡JA! That is so you..!