Perestroika, una metáfora sobre J.
Cuando visitamos la Berlín del muro nuestro guía fue J., un chico más majo que las pesetas. Nos tuvo casi cinco horas con aquellas temperaturas recorriendo la ciudad, no dándonos datos sino contándonos una historia con argumento, con su inicio, su nudo y su desenlace, de manera que cuando llegó el momento de desvelarnos cómo el muro acabó cayendo rompimos en aplausos y nos contuvimos las lágrimas, más que nada por el temido efecto estalactita.
Al quitarse el gorro para entrar en el museo de la Stasi, descubrimos que J. era mono, mira por dónde, lo que le dio al rato largo que nos quedaba un punto más de diversión, si cabe. Y nosotras, que somos majísimas también, empezamos a hablar con él durante los trayectos entre parada y parada, preguntándole por detalles importantísimos que se le habían escapado en su narración y, cómo no, entrando en valoraciones personales. Y ahí la cagó nuestro J. Porque no se puede creer en la utopía cuando llegas a cierta edad y tienes tantísimos datos históricos almacenados y capacidad para hilarlos tan bien entre sí, joder. No puedes pensar que hay buenos y malos. ¿Cómo tener tan claro lo que está bien y lo que no?
No plantearte siquiera que tú puedas llegar a ser el malo. Si se diera la circunstancia, ése es el tipo de persona capaz de hacer lo que fuese por su idea del bien; a mí eso me acojona.
Al quitarse el gorro para entrar en el museo de la Stasi, descubrimos que J. era mono, mira por dónde, lo que le dio al rato largo que nos quedaba un punto más de diversión, si cabe. Y nosotras, que somos majísimas también, empezamos a hablar con él durante los trayectos entre parada y parada, preguntándole por detalles importantísimos que se le habían escapado en su narración y, cómo no, entrando en valoraciones personales. Y ahí la cagó nuestro J. Porque no se puede creer en la utopía cuando llegas a cierta edad y tienes tantísimos datos históricos almacenados y capacidad para hilarlos tan bien entre sí, joder. No puedes pensar que hay buenos y malos. ¿Cómo tener tan claro lo que está bien y lo que no?
No plantearte siquiera que tú puedas llegar a ser el malo. Si se diera la circunstancia, ése es el tipo de persona capaz de hacer lo que fuese por su idea del bien; a mí eso me acojona.
4 comentarios:
Es que es para acojonarse. Y eso que no conozco el concepto de "ser bueno" que tendrá J.
Aquí, la gilipollas.
No sé si estoy de acuerdo y si lo dices en el sentido que creo.
Me explico:ahora todo el mundo se hace el neutral y dice que en la guerra civil (es un poner,más que nada por no hablar de lo que no conozco...lo que me pone muy difícil hablar de algo) es muy simple decir que hay buenos y malos y blablabla.Y es cierto que por ser franquista/demócrata no eres buena ni mala persona,sino que dependerá y lo más seguro serás ambas cosas.Pero ya políticamente (que no tiene nada que ver con lo buena o mala persona que se es)a mí me parece que mucho más simplista que decir que unos son buenos y otros malos es decir que todos son iguales.Porque aunque a algunos les pese reconocerlo,todos(bueno,mejor digo "casi todos" más que nada para cubrirme las espaldas,no porque lo crea de verdad)tenemos un punto de vista,y si eres demócrata te parece mal el franquismo y si eres fascista te parece mal la democracia.Por eso me asombra la cantidad de demócratas que ahora te dicen que unos y otros lo mismo porque ambos hicieran burradas en la guerra (pues para eso son las guerras,coño,no para darse masajes en la espalda los unos a los otros como yo os he amado),si se empieza una guerra ya se sabe lo que va a pasar,por eso lo que marca la diferencia es quién empieza la guerra y para qué.Y que el gobierno anterior no fuese perfecto no me parece que justifique una guerra-golpe-de-estado.Que para eso semos demócratas mon dieu.
O sea:que cierto que los que políticamente me parecen buenos también hacen cosas malas y a la inversa,pero sigue habiendo unos que me parecen bien y otros que mal y supongo que así será en todo,salvo en casos en que aún estará más claro o casos en que de verdad ambas partes hayan sido igualmente perras.Con ETA la gente ya no se pone tan melindrosa y matizadora,pero claro,ahí no hay pasados que justificar.
(¿Yo escocida?¡Calumnias!)
¡Ups!Lo siento.Que ya sé que éste es un blog chispeante y metafórico como diría don Mendo y me he dado cuén del coñazo que he soltado.Perdóneseme.
¡Ésa es mi Sar: una mente preclara, sí señor! A tus pies.
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