martes, 26 de febrero de 2008

El gusto es mío

Yo tengo un gusto exquisito, mis gustos son cojonudos y además me encanta compartirlos con los demás, soy más pesada que una vaca en brazos. Cine, literatura, música, hombres, mujeres, humanos en general. Ropa, con la ropa es que me salgo. Soy buenísima combinando colores y estilos, por eso casi nunca tiro nada, que a un jersey raído le hago un par de zurcidos allá y acullá y le planto una camiseta de manga corta encima y soy la más cool del lugar. Qué pasa. Óscar Moon, qué pasa.
Solo tengo un punto débil, mi talón de Aquiles: la decoración. Y es que no sé, no sé. Yo me lo noto. Luego voy por ahí y sí sé reconocer lo que mola y lo que no, pero a la hora de ponerme a pensar cómo quedaría mejor un espacio vacío pierdo el oremus.
Cuando me separé, mi habitación de divorciada empezó a darme claustrofobia, me ahogaba. Así que a la semana siguiente, con la ropa de mi exmarido aún dentro del armario, saqué los pósters de películas y las fotos y me fui derechita a la tienda de pinturas a por el rosa chicle más fresa ácida que tuviesen. Y un poquito de negro también. Después, como lleva pasándome toda mi puta vida, mi entusiasmo inicial se acabó quedando en agua de borrajas y no hice nada, absolutamente nada más. Bueno, compré cosas, eso sí. Unos pocos metros de encaje negro para hacerme unas cortinas, unos ganchitos para colgar la ropa que me quito por las noches pero que no apesta demasiado, un contenedor para la que resulta insoportable, unos muebles zapateros, una lámpara de lágrimas.
Ahora, impulsada por la inminente visita de mi teutón, me he puesto las pilas, y de qué manera. A mí es que me tienes que dar una buena excusa para hacer algo, soy procrastinadora, o procrastinante, no sé, por naturaleza. Y la cosa es que ya está, ya he acabado, mi habitación ya es mía. Una habitación de princesa. Y me encanta, me súper encanta. Creo que no estaba tan orgullosa de mí desde que me fui de casa del tontaco de P. sin follármelo antes. Hasta he hecho yo solita un agujero en la pared.

18 comentarios:

Unknown dijo...

He leído "un agujero en la pared" no no he podido evitar la imagen del Dustin haciendo exactamente lo mismo. Pero sin maquinita rosa, claro.

Anónimo dijo...

Jajajajajaja... pues sí, la verdad es que me habría venido de perlas. Mira, si lo llego a pensar antes les pido prestada a la Frida a mis padres, que ya te conté que comparte afición con su difunto sobrino.
(No, no, no, no, la maquinita rosa es atornilladora, una atornilladora fiiiiiiiiiina y monísima. Hice el agujero con una taladradora de estas heavies, duras de pelar, amarilla y negra y con pinta de haber recorrido ya mucho mundo. Con dos cojones, coño. Sí, tú.).

Unknown dijo...

Qué fuerte!!!! Utilizaste la taladradora amarilla y negro? La misma que hizo todos los agujeros de mis paredes???? Eres mi ídola!!! No se te cayó? No te tembló el pulso? Pudiste sujetarla firmemente durante toda la operación? Sencillamente me parece imposible. ¿No lo habrás soñado?

Anónimo dijo...

Que no, que no, tía, te lo juro. Por Snoopy si hace falta. Ahí, encaramada a una silla, primero marqué la pared y luego... tacatacatacatacatacatacatá. Luego metí el taco (la cosita esa de plástico gris), y después la alcayata (el clavito ése con ángulo de 90 grados), que hasta la apreté con unas tenazas o no sé qué hostias era eso. El look bolleril, nena, que yo creo que me sale por ahí. Jiji.

Unknown dijo...

Joder, yo también tengo look bolleril pero no me da ganas de coger la taladradora... Igual ahora que me he rapado un trozo de cabeza... a ver...

Anónimo dijo...

Bah, tiempo al tiempo, mari puri de mis entretelas. Mira, si lo del libro no funciona (o no funcionamos nosotras) siempre podemos montar una empresa de cosas de estas de hacer agujeros y arreglar tuberías y poner y quitar cables. Total, la raja del culo ya la llevamos al aire; eso ya lo tenemos.

Anónimo dijo...

Vaya, yo iba a decir que también he sido capaz de taladrar alguna pared de mi casa, pero como no me gusta responder a los tópicos, ahora me voy a empeñar en negarlo. Ea.
Pero vamos, que este post reclamaba un testimonio gráfico a gritos. Pa poder opinar.

Anónimo dijo...

Estoy con Ohne ¡queremos foto ya! Que mira que te ha tenido entretenida la habitación, que no escribías ni a tiros, perrilla.
Ay, lo que tiene el amor. Si ya se veía venir, ya.
Y coincido con la mujer estropajo en que eres mi ídolo. Yo siempre le he tenido un gran respeto a las taladradoras (a las negras y amarillas y a las verdes y naranjas) y en mi casa ha tenido que ser mi padre el artista de los agujeros. Para el resto de la decoración sí que valgo, sí.

Anónimo dijo...

Je, me parece estupendo, ohne, que te empeñes en negar los tópicos. Aunque sea cierto, di que sí, con dos cojones. Je. Respecto a los documentos gráficos... I'll try my best, pero no prometo nada, ¡no tengo cámara de fotos! Sí, sí. Osea, no, no.

thenewone, yo hasta ahora he huido de todo tipo de aparatos de esa calaña como del demonio, pero chica, tras dos semanas persiguiendo a mi hermano infructuosamente me dije "y si...". Y sí, oye, mira.
Tú es que vales pa' to', nena; pa' un roto y pa' un descosío. *) Besos cabeza abajo (ah, no, la que está cabeza abajo eres tú!)

Blasfuemia dijo...

Y a fin de cuentas... ¿para qué era el agujero en la pared?

Anónimo dijo...

Venga, venga que lo de "no tengo cámara" es una excusa barata y de la vieja escuela. Ya encontrarás a alguien que te la preste, como la taladradora. ¿¡O te fuiste a Leroy Merlin y te compraste la Black&Decker último modelo?!
Naaaah, no valgo para tanto, sólo para coger aviones de vez en cuando, ja.

Anónimo dijo...

Esta entrada es una de las mas personales que te he leido nunca, fijate tú...
Me ha entrado una cosilla al leerte que si te hubiera tenido en frente, te hubiera dado un abracito :) No sé, he visto muchas cosas mezcladas ahi. No lo sé explicar muy bien, así que mejor que no siga escribiendo.

He visto por ahi, leyendo un super blog que me encanta, que también eres fan. Ya sabes, un blog de una chica que es muy mala dosificando...
Qué bien que tenemos eso en común.

Besitos para O.

Anónimo dijo...

Sunnyyyyyyy, criatura, que te prodigas menos que un ciego sin un teclado Braille. Con lo sentido que son tus comentarios. ¿Dónde andas que se te echa de menos?
Un beso para ti y otro para Sar por hacerte salir de tu cueva.

Anónimo dijo...

Coño, blasf, pues para colgar un cuadro. Un retrato mío, para ser más exactos. Una caricatura mía, para ser exactísimos. Una caricatura que me hizo mi amiga ocho años (¡ocho años!) atrás, para ser exactérrimos.
thenewone, la taladradora vive en mi casa desde hace años, que el que yo sea torpe y manazas no implica que todos los miembros de mi familia lo sean... Hasta mis perros hacen bricolaje!
Y yo a sunny es que la tengo ahí, enganchá por todas las webs 2.0 habidas y por haber. ¡No se me escapa!
Ay sunny, sunny, cielete. Cosa mona. ¿De verdad te ha parecido tan personal? Bueno, pues bien está entonces. Y yo es que de Paola soy fan, fan. Me parece una poeta de la mousse.

Unknown dijo...

La caricatura no tiene ocho años, sino nueve. Eso sí realmente quieres ser exactérrima. Si no, pues no.

Anónimo dijo...

Perdona bonita, pero junto al pez de la esquina inferior izquierda pone: 2-IX-2000. Así que ni llega aún. No nos hagas más viejas de lo que ya somos, coño, que ni con hidratante antiarrugas, ni con tinte ni con pollas va a haber dios que nos rejuvenezca! Bueno, con pollas a lo mejor sí...

Unknown dijo...

Jajaja... qué fuerte, mari, estaba leyendo "ni con pollas" y pensando: ahora voy a escribirle que "con pollas a lo mejor sí" y vas tú y lo escribes antes...

p.d. Yo te digo a quien te recuerda este tío y a qué la nieve del campo de concentración... ¿Vamos a...? Venga, vamos!

Ah, y bueno, si la fecha lo dice, pues yo me callo, me callo.

Anónimo dijo...

Jajajajajajajaja...