martes, 5 de febrero de 2008

Estando las cosas como están

Me digo a mí misma: venga, escribe algo aquí, entra a sacar el polvo ni que sea... Y no es que ya no me fije en la gente, no es que la humanidad haya dejado de parecerme imbécil y sorprendente a partes iguales, sorprendentemente imbécil podríamos decir. No es apatía sino todo lo contrario: por primera vez en más de un año he sido capaz de leer un libro entero, estoy estudiando alemán, hasta he escrito un par de páginas del proyecto que tengo en común con B. Pero el rollo del blog es diferente, porque si algo sé tras los años que llevo con blog es que luego me releo y me muero de vergüenza. No siempre, solamente cuando me pongo cursi o sensiblera. Así que mi estado actual no es ni de lejos el adecuado para proponerme dejar algo plasmado aquí.
Porque es que si lo hago tendré que hablar otra vez del chico alemán, del fin de semana que he pasado en Berlín con él. Tendré que explicar lo fantástico que sigue pareciéndome; lo inteligente, lo ingenioso y lo frío que es. Tendré que relatar el encuentro en el aeropuerto, los segundos eternos mirándonos muy cerca, todo lo que nos permitían los centímetros que nos separan, y yo hablando sin parar, tartamudeando casi, hasta que el primer beso me hizo callar de una puta vez. Tendré que contar cómo tenía que esforzarme para no quedarme mirándole absolutamente embobada (y nunca esta palabra tuvo un sentido tan literal) mientras él charlaba con sus amigos, allí, en su hábitat natural. Cómo de repente era consciente de mi cara, la cara de quien tiene una aparición mariana, y tenía que obligarme a desviar la mirada con un carraspeo. Tendré que describir el escalofrío que sentí cuando el sábado por la noche, ajenos ya al concierto punk que tronaba en la sala contigua, totalmente inmersos en nuestra competición privada de a ver quién se acaba antes la cerveza, me dijo muy serio, muy sobrio, muy alemán: ok, and now, I'm gonna tell you something nice. Are you ready? Y también que no, que no lo estaba. Tendré que referir las bromas absurdas, cute Piticli; fosas comunes para gambas judías; you're so stupid; I'm a fucking princess; maybe you should start to vomit again, fattie. Tendré que buscar las palabras adecuadas para intentar definir el sentimiento que me sobrevenía a cada rato, los dos en el colchón tirado el suelo, rodeados de ropa sucia, de libros, de pedazos de una vida que en realidad me es ajena y que, incomprensiblemente al menos para mí, se me antojaba por momentos tan conocida, tan digna de confianza. Y claro, tendré que hablar de la certeza que me sobrevino nada más decir bye de que éste va a ser el febrero más largo de todos los febreros de la historia.
Así que no, no, no pienso hablar de él, que una ya tiene una edad o dos, un bagage emocional y una reputación que mantener.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Aiiiiiiiiiins. Qué pillá te veo. Y no sé que cara le pondrás a tu alemán, pero tendrías que ver la sonrisa de gilipollas que tengo yo leyendo este post.
¿Te has leído un libro entero? ¿Cuál, cuál?
Este febrero va a ser largo, sí. Tiene un día más. Si quieres mientras me ofrezco para practicar alemán.

Blasfuemia dijo...

El libro que se ha leído entero es "cómo aprender aleman, conocer alemania, encontrar trabajo e irse a vivir con un alemán en tres meses"

La verdad, que este post es para que incorporara espejo para ver la carita que se nos queda a todas. Pero primero la tuya (tu carita).

Dosificate!

(¿De verdad te digo qué puedes hacer con tu reputación?)

Unknown dijo...

¿Qué libro te has leído de tapadillo, sin decirme nada, perra? eh? eh? eh? eh?
¿Y ahora soy B? Qué alegría volver a tener una inicial, no ser "la amiga aquella" ni la "estropajosa". Cómo me gustan las iniciales, tienen un misterio... es como enseñar la pierna en un vestido con raja.

Y qué bien te leo. En el mundo blanco, de donde tú eres.

Anónimo dijo...

Yo no necesito espejo, con cerrar los ojos tengo suficiente. Sé muy bien lo que provoca esa sensación y es estupenda. Me alegro mucho Sar, ya estaba hasta el moño de tus posts troyanos ¡¡ya era hora de un post ñoño!!
JA-JA-JA (risa malvada)

Anónimo dijo...

Jajajajajaja... sí, coño, leyendo d'amagatotis... ¿Pero no recuerdas que te conté lo contenta que estaba porque me había enganchado a la novela de Hugh, más que por que estuviese bien (que lo está), porque me resultaba facilísimo imaginármelo a él en el papel del prota? Eh? eh? eh? eh? Y ya sabía yo que la vuelta al mundo de la inicial te iba a gustar, bandida.

(Mi alemán de momento no da ni para practicar, si me sacas del cómo estás, de dónde eres y dónde vives, me has matado. But danke anyway, ohne!
¿Dosificarme? ¿Yo? Juas.
Thenewone! Mis posts troyanos volverán... algún día).

Kinky dijo...

Mejor, que ya estamos nosotras para oir los suspiritos y los aishs gratuitos. Pero está claro que con un chico así cualquiera suspira, y con envidia de la mala.

Desesperada dijo...

joeeeeeeer cómo está el patio!!!!!!! bonito amor, desde luego!