jueves, 20 de marzo de 2008

Quiero hacerte feliz porque sé que ya lo eres

Aunque me hiciese la chula mirándole fijamente, aunque yo sonriese todo el rato y él volviese a tartamudear un poco intentando pedir lo que yo ya sabía que quería, la verdad es que casi me muero de vergüenza. Vulnerable. Sola en el cuarto, viendo su habitación que está tan lejos, su cama, sus dibujos en las paredes, su ropa en el suelo, entre bromas y risas y frases que no venían a cuento, accedí a complacerle; encantada, lo que tú quieras. Y fue tan excitante y divertido que esta mañana iba en el metro sonriendo y levantando los hombros, y ni siquiera he notado que el mp3 ha parado en algún punto del trayecto al trabajo. Solamente al quitarme los auriculares para entrar me he dado cuenta de que hacía mucho que Beirut ya no cantaba.




El chico alemán no pone cara de imbécil, ni tampoco cara de no entender nada, que es casi peor. Por más atención que preste no consigo escuchar los engranajes de su cerebro acoplándose y reseteándose. Se ríe, y luego me ignora. O se ríe y luego me arrincona contra una pared de un museo. Y después de comernos un bocata de tortilla de patatas con pan con tomate, bajo un sol débil pero deslumbrante, sentados los dos en los escalones de un embarcadero del Moll de la Fusta, se coloca y se recoloca y se vuelve a colocar el pelo detrás de la oreja para preguntarme si quizá, si maybe, soy something to be considered as his girl... or something like that... Y es porque es frío y brillante como un bello ciborg que no salgo huyendo sino que me arranco el corazón mientras todavía late y se lo doy, todo para él, que a mí no me hace falta ninguna. Y él que se lo dé a sus zombis, que lo guarde en un túper o que haga con él lo que le salga de esos huevos tan rubios que tiene, que lo que tenga que ser será.

7 comentarios:

El Malvado Ming dijo...

Siempre es lo que tiene que ser.

Unknown dijo...

"Esos huevos tan rubios que tiene"... Si es que hasta aquí me has salpicado de babas al escribir eso. Jajaja.

Anónimo dijo...

Yo creo que ha alcanzado un estado absolutamente irrecuperable. Podemos darla por perdida.
¡Ozfly!, ¿hace una cerveza?

Blasfuemia dijo...

Esto tiene cura ¿no?

Anónimo dijo...

Sí, e., in destiny we trust...

Jejejeje... tampoco estabas tan lejos para que no te salpicara... ¿Qué le voy a hacer? A mí me das unos huevos rubios y me tienes ganada, ya sabes. Calidad.

Eh, ohne! Yo también quiero una birra, joder, que una cosa no quita la otra!
Y, la verdad, prefiero no curarme, que ya sé de qué va esto, y suele ser peor, mucho peor, el remedio que la enfermedad...

Desesperada dijo...

el amor es deslumbrante. desde luego.

Anónimo dijo...

Ohne: Una, dos y tres. Eso sí, acompañada de alguna de tus delicatessen. Definitivamente, ya no hay nada que hacer... :D