¿Es que nadie me va a decir nunca que hurgarse la nariz está pero que muy feo...?
Tú me hablas con tanta seriedad, de cosas tan importantes, tan trascendentes que asustan, y yo me saco un moco. No, no, no es una metáfora; con el dedo índice buceo en mis fosas nasales, dedicando especial atención a los alrededores del arete de plata, y saco burillas de ellas. Luego, pues las tiro al suelo, a ver qué voy a hacer si no, si es que no las necesito para nada.
Y no creas que es una falta de respeto, que no atiendo a todas y cada una de las palabras que vocalizan tus labios finos y pálidos. Qué va, todo lo contrario. Éstos, cariño mío, son mis mocos de pensar.
Y no creas que es una falta de respeto, que no atiendo a todas y cada una de las palabras que vocalizan tus labios finos y pálidos. Qué va, todo lo contrario. Éstos, cariño mío, son mis mocos de pensar.
4 comentarios:
Debes de estar ovulando
Esto es poesía de la experiencia y ríete tu de Gil de Biedma.
jeje. eso para gil de biedma, sí señorita. poesía premenstrual, sí, pero buenrollera esta vez. ;)
Mocos de pensar. Gran hallazgo poético, me lo apunto. O mejor, me los pego debajo de la mesa.
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